domingo, 30 de octubre de 2016

La chica de la biblioteca (NaNoWriMo 2016)


He decidido apuntarme al NaNoWriMo de este año.

Elisa
¿Qué es el NaNoWriMo? 
 
Es el National Novel Writing Month, un proyecto al que se apuntan miles de escritores de todo el mundo y que consiste en escribir 50.000 palabras en un solo mes, concretamente en Noviembre.
Podéis encontrar más información en la web.
 
Sé que lo más probable es que no consiga las 50K, porque estoy en segundo de Bachiller y tengo mil exámenes y deberes y trabajos por hacer. Aun así he decidido apuntarme, porque tengo muchas ganas de avanzar en el proyecto, porque me gusta escribir y porque mi historia me encanta.

Aquí tenéis un fragmento de la novela, narrado por Elisa (una de las protagonistas). Espero que os guste y que, si os adoráis escribir y estáis metidos en algún proyecto, os apuntéis al reto.


LA CHICA DE LA BIBLIOTECA
Conocí a Zoe en la biblioteca que queda a diez minutos andando de mi casa. Creo recordar que fue en abril, aunque no te podría decir el día. Me había ido de casa porque el ambiente estaba demasiado caldeado como para estudiar. Al día siguiente tenía un examen de… Historia, temas 4 y 5, eso sí que lo recuerdo. Durante todo el camino no pude dejar de pensar en la discusion entre mi padre y mi hermana.Cada pisada hacía que mi mente se inundara de palabras, miradas, gestos, gritos y ausencia de respuestas.  En realidad solo discutía Lidia, pero es capaz de montarse tales monólogos que aquello parecía una conversación completa. A decir verdad, era ese el motivo de la discusión: la falta de participación de papá.
Entte en la biblioteca. Respiré hondo, subí las escaleras que llevaban al segundo piso y llegué a la sala de estudio. La puerta se abrió con un leve quejido y de manera automática noté las miradas de todas las personas que estaban estudiando en ese momento puestas encima de mí. Algo cohibida, me abrí paso entre las mesas buscando el lugar idóneo en el que sentarme. La mayoría estaban ocupadas por grupos de amigos, así que me decanté por la única en la que sólo había una persona. Abrí la mochila y dejé caer los libros sobre la mesa, originando un gran estruendo acompañado por un suspiro.
Yo seguía liada, pensando en lo que había pasado en casa, así que hasta que no me senté no me topé con la chica que tenía delante. Había clavado sus ojos en los míos. Eran enormes y de color azuloscurocasinegro. Parecía bastante molesta conmigo, porque había roto su concentración y porque al parecer no quería que nadie se sentase con ella. Tenía el ceño fruncido descaradamente y sus ojos eran tan bonitos que noté cómo me estaba poniendo colorada. La chica bajó la vista enseguida y yo me puse a recorrerla con la mirada discretamente, temiendo volver a ofenderla. Pero para entonces ella ya estaba muy concentrada, así que no se dio cuenta.
Lo primero que me llamó la atención en ella fue su pelo. Lo tenía cortado por encima de las orejas y teñido con todos los colores del arcoíris: rosa, verde, amarillo, azul, naranja, rojo, violeta… Como si un unicornio le hubiese vomitado encima. Algunas greñas caían sobre su frente, pero no parecía molestarle. Pero más allá de su pelo, lo más llamativo eran sus ojos. Enseguida me acostumbré a su pelo, pero esos ojos sorprendían cada vez que los mirabas. Azuloscurocasinegro. Todo el mundo podía teñirse el pelo de colores, pero hasta ese momento todas las personas a las que había conocido tenían los ojos de colores normales: negro, azul, verde, marrón. Pero azuloscurocasinegro es una palabra mágica de la familia de abracadabra y supercalifragilisticoespialidoso.
Su rostro era pálido y tenía tres pecas: una en la mejilla, otra en el cuello y la última en la punta de su graciosilla nariz. Era como si cada parte de su cuerpo mandase un mensaje diferente. El pelo era de chica rebelde y poco convencional. Pero el rostro pálido y perfecto, con labios rosados, nariz respingona, pómulos altos… Su cara era dulce. Como la de una muñeca de porcelana. Pero si te fijabas bien: sus ojos, su mirada, su mandíbula… Cuando la observabas con atención te dabas cuenta de que esa muñeca estaba rota.
Seguí mirándola porque, aunque hubiera querido, no habría podido dejar de hacerlo. Tenía la mandíbula contraída y el ceño continuaba fruncido. Observé que llevaba los cascos puestos y saber qué estaba escuchando se convirtió en mi único deseo. Quería saber el nombre todas las canciones que estaban en su lista de reproducción. La chica había llenado la mesa de libros y libretas de tal manera que apenas tenía espacio para dejar mis cosas. Parecía totalmente concentrada. Escribía a gran velocidad llenando la hoja con palabras de tinta negra. Era diestra y sujetaba el bolígrafo con tanta fuerza que casi perforaba el papel, mientras dejaba un rastro de caligrafía afilada ligeramente inclinada hacia la izquierda.
Busqué su nombre. Pensé que tenía que estar apuntado en algún sitio.  Finalmente lo encontré en la tapa de una libreta azul. Tuve que inclinarme un  poco para poder leerlo.  Zoe, se llamaba Zoe. No ponía el apellido. Solo su nombre. Pero con eso me bastó.
Cuando quise darme cuenta Zoe me estaba mirando fijamente. Tenía su cara a escasos centímetros de la mía. Estaba clavando sus enormes ojos azuloscurocasinegro en los míos. Prácticamente respiré su aliento. Me quedé helada.
—¿Qué coño miras? —preguntó.
Noté cómo mis mejillas comenzaban a arder. Y si me había puesto roja no era porque Zoe me hubiera cazado leyéndola sino porque su voz no se parecía en nada a la que me había imaginado que tendría.
No supe qué responder.
—Yo… no miraba nada. Lo siento —balbuceé.
Zoe puso los ojos en blanco y, para mi sorpresa, no dijo nada más. Volvió a ponerse los cascos y se metió de nuevo en sus estudios. Tardó sorprendentemente poco en volver a estar concentrada. Y yo pasé varios minutos sin saber qué hacer. Con la mente colapsada y al mismo tiempo totalmente vacía. Hipnotizada. Me descubrí fascinada por su forma de escribir, empuñando el bolígrafo, siendo consciente de que lo que tenía entre sus dedos era un arma letal, con tanta fuerza que daba la impresión de que iba a partirlo por la mitad.


domingo, 23 de octubre de 2016

¡Bienvenidos!


¡Hola! Soy Elle Raquelle y esta es la primer entrada de mi nuevo blog.
No sé cómo habrás llegado a este sitio, quizás me conozcas por twitter o quizás por mi antiguo blog (que también se llamaba Abracadabrantes), pero, sea como sea... ¡bienvenido!
He creado este sitio porque a veces veo, leo, o pienso cosas que me gustaría compartir. Y creo que este es el sitio perfecto para hacerlo.
¿Qué vas a encontrar aquí? Pues de todo un poco. Quizás predomine el contenido literario, pues me encanta tanto leer como escribir, así que es inevitable.
Compartiré mis experiencias literarias, tanto las que viva como escritora como las que viva como lectora.
Y poco más. Esta es simplemente una presentación muy breve. El blog aun está en proceso de construcción, pero estoy trabajando en ello.
Puedes decir lo que quieras por los comentarios o por las redes sociales.
 
¡Hasta pronto!
Elle